Por la paz y el desarme decimos no a la Unión Europea en su pretensión de invertir 800.000 millones de € en materia de seguridad y defensa por las siguientes razones:
– Es posible y deseable una salida negociada a la Guerra de Ucrania, agotando la vía diplomática, que concluya en un pacto de no agresión mutua y de cooperación entre la Unión Europea y Rusia. Incluso es posible y deseable un compromiso de no agresión mutua de todas las naciones que fomente, a la vez, la cooperación entre ellas. Pronto se nos ha olvidado que de la pandemia de Covid salimos mediante la colaboración mundial.
– Tenemos el convencimiento de que inversiones y gastos militares de semejante calibre mermarán sustancialmente las inversiones y gastos sociales, perjudicando la calidad de vida de la ciudadanía europea e inmovilizando recursos, precisos para atender necesidades perentorias ( recuperación del medio ambiente, corrección de la desigualdad, educación, sanidad, cuidados, pensiones,…).
– La U.E., de seguir adelante con estas pretensiones, traicionaría sus principios y objetivos fundacionales. El artículo 3 del Tratado de la Unión Europea señala que su finalidad es «promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos».
– No nos gusta la frase latina «Si vis pacem para bellum» (Si quieres la paz prepárate para la guerra). Es mucho mejor esta del «Viejo profesor», Enrique Tierno Galván: «Si quieres la paz, trabaja por la paz». Recordemos como terminó la llamada «Paz armada», del periodo entre 1871 y 1914, en que las naciones occidentales se armaron hasta los dientes: en la I Guerra Mundial; en ella murieron cerca de 10 millones de soldados y 21 millones fueron heridos.
Seamos coherentes. Exijamos reflexión y cordura a los políticos que nos representan.