Don Fabián Escuder, un gran PROFESOR
El día 15 del presente mes llegó la fatal noticia de la defunción de Fabián. El mejor representante de lo que es un CRA (un Colegio Rural Agrupado), estandarte de la innovación educativa de la provincia de Teruel, junto al CRIET. Para ponernos en contexto debemos remontarnos a los años ochenta del pasado siglo y a la figura del Inspector Jefe de Educación Dº. Pablo Antonio Crespo, quién propuso la que a la postre sería la gran revolución de la educación en la provincia de Teruel (esos CRAS y CRIETS).
Aquellos que creíamos en esta innovación trabajamos como titanes con el fin de que todo el alumnado de nuestra provincia tuviese las mismas oportunidades, independiente de que su lugar de residencia estuviese alejado de las ciudades.
Fabián no era un docente más, su capacidad de trabajo, su dedicación, su apuesta por la formación de los alumnos aportando su máximo para compensar las carencias de la escuela rural; su amor por la lengua y literatura enfocado a la formación integral de la persona así como su interés para el deporte como elemento fundamental para el crecimiento personal del alumnado hizo que el CRA TERUEL 1 fuera un lugar inmejorable para EDUCACIÓN.
Con Fabián como Director se aprobó el proyecto de Bibliotecas VIAJERAS (¡me lo curre con él, pero muy a gusto!), en el que el Ministerio de Educación nos concedió el primer premio provincial.¡UN MILLÓN DE PESETAS en libros para todos los pueblos del CRA!. También hicimos un equipo de fútbol Infantil con nuestro alumnado de hasta octavo de EGB. Los desplazamientos eran en nuestros coches, el suyo, los de dos padres y el mío; nuestro estadio, un sencillo campo en Orrios y; a pesar de que nos metían 12, 8, 5, clubes con más poderío como Las Viñas, La Salle,… Nuestros pequeños de Camañas, Visiedo, Argente, Galve, Pancrudo, Perales, Orrios y Escorihuela, dignos merecedores del trofeo a la deportividad. Cierto es que no teníamos concentraciones con más niños que los de nuestras pequeñas localidades, ni más recursos que los anteriormente citados, sin embargo no faltaban las ganas de jugar cada partido de aquella liga. Tampoco fallábamos ningún 1 de mayo al “Día del Minibasket”, acompañando a nuestros estudiantes aunque Fabián tuviese que recogerlos a las 8 de la mañana y repartirlos más en sus casas más allá de las doce de la noche, a pesar de ser una fecha tan señalada para él, un sindicalista convencido.
Yo sólo era su jefe de estudios, su compañero de trabajo, su amigo, aquel con quién compartía su idea de educación; en la mayoría de los casos. Fabián quería la ESO en el CRA, mientras que yo le decía que era mejor en Teruel. Tampoco quería inicialmente que Alfambra entrase en el CRA, mientras yo hacía lo posible porque ésta se diese entendiendo que era lo natural en aquel momento.
Son muchísimas vivencias, confraternidades, experiencias, admiraciones, empatías, confluencias y dedicaciones. Cuando una persona así se va, habiendo dedicado todo a los pueblos del Altiplano; habiendo formado a la gran mayoría de sus ahora vecinos y procurando siempre lo mejor para la próxima generación, no puede hacerlo sin el máximo agradecimiento por haber llevado a cabo una transformación tan generosa como real.
