La Concejalía de Deporte ha trabajado en los últimos meses para que próximamente se puedan volver a utilizar el frontón cubierto y el campo de fútbol. El pabellón ya cuenta con un uso continuado para la práctica del baloncesto
Varios clubes y federaciones, como la de patinaje y gimnasia, han confirmado su interés por la propuesta municipal
El concejal de Deporte, Pablo Híjar, ha informado hoy de las acciones promovidas durante los últimos meses por el Ayuntamiento para la puesta en uso de las antiguas instalaciones deportivas de El Olivar, junto a la prolongación de la avenida Gómez Laguna. Se trata de 41.000 metros cuadrados que formaban parte de este club y cuya gestión ha asumido el Consistorio este mes de julio, como resultado de un convenio firmado en el año 2010 con El Olivar.
Desde comienzos de este 2017, la Concejalía de Deporte se ha marcado como objetivo su recuperación para dar servicio a los barrios del sur de la ciudad y dotar a estas instalaciones de la mayor rentabilidad social posible. Para ello se han establecido contactos con clubes y federaciones deportivas que han mostrado interés.
Pablo Híjar ha asegurado que «la voluntad del Gobierno de Zaragoza es que estas instalaciones no se degraden y esperamos tenerlas en uso a la mayor brevedad. Hay mucho interés de clubes y federaciones para darles vida y sería muy positivo para la ciudad que esta instalación no caigan en el olvido».
El espacio que se plantea recuperar en primer lugar es el frontón cubierto, concretamente para la práctica del patinaje y la gimnasia rítmica, tal y como han confirmado los responsables de ambas federaciones aragonesas, que han participado hoy en la visita.
El presidente de la Federación de Patinaje, Sergio Escudero, ha explicado que este deporte ha tenido «un crecimiento muy alto en los tres últimos años. Hemos pasado de 700 a más de 2.000 fichas y en dos pabellones ya no caben todas las actividades que tenemos. Una instalación como esta, compartida con otros deportes, sería espectacular para nosotros, para seguir creciendo y poder utilizarla además los fines de semana y durante el verano».
El presidente de la Federación de Gimnasia, Miguel Royo, ha destacado que «una instalación con esta altura nos vendría genial para rítmica. No nos solucionaría todo el problema porque la cantidad de deportistas que tenemos actualmente prácticamente no cabría en todos los pabellones de Zaragoza pero al menos sí sería un apoyo que nos serviría como ayuda. Cualquier iniciativa que suponga aumentar los espacios de entrenamiento nos viene fenomenal».
También podría ponerse en uso a corto plazo el campo de fútbol de césped artificial. Para ello se ha planteado una posible colaboración con elZaragoza Club de Fútbol Femenino, cuyo primer equipo compite en la máxima categoría nacional, además de desarrollar una amplia labor de cantera. Su vicepresidente Rubén Alcaine también ha participado en la visita y ha valorado positivamente esta posibilidad: «Nosotros llevamos reivindicando una instalación propia desde hace 13 años y tener una opción real de poder explotar una instalación municipal para nosotros es bienvenida», ha señalado.
El pabellón, por su parte, mantendrá su uso para la práctica del baloncesto, tal y como se viene desarrollando hasta ahora. En concreto, sirve como espacio de entrenamiento para el Club Baloncesto Zaragoza, cuyo presidente José Luis Rubio ha confirmado el buen estado de la instalación.
Más a medio plazo, el Ayuntamiento estudiará los posibles usos de otros espacios que requieren inversión: dos frontones al aire libre, un campo de fútbol 11 y otro de fútbol 7 (ambos de tierra).
CALENDARIO DE PAGOS
El Gobierno de Zaragoza ha cerrado un calendario para culminar los pagos de este convenio, inicialmente comprometidos para 2012. El pasado 2016 se abonaron 900.000 euros, en 2017 se han saldado otros 500.000 euros, y finalmente se concluirá con el pago de 1,6 millones en 2018.
Durante este tiempo, El Olivar se ha encargado del mantenimiento bajo la supervisión del Ayuntamiento. Recientemente se han introducido mejoras como la instalación de una caldera nueva, unos focos en el acceso y múltiples obras menores, además de reparar algunos espacios que se habían vandalizado. Un empleado municipal ha colaborado también en estas labores y está realizando un inventario exhaustivo.
