Ayer lunes 30 de septiembre, el Colegio de Educación Especial Arboleda de Teruel pudo reanudar su servicio de residencia, interrumpido desde el martes 24 de este mes. Tal y como les informamos la semana pasada, el Equipo Directivo se vio obligado a cerrar la residencia tras la baja por una circunstancia sobrevenida de la enfermera que cubría el turno de noche, sin poder ser sustituida por ninguna compañera, ya que desde principio de curso el colegio contaba únicamente con dos enfermeras de las tres que debía tener. El servicio se pudo reanudar ayer gracias a que la trabajadora pudo reincorporarse a su puesto de trabajo, pero el colegio sigue sin disponer de la enfermera que les falta.
Según explica la directora del centro, Helena Blasco, para facilitar su asistencia a clase, el servicio de residencia se ofrece de lunes a viernes a alumnado procedente de poblaciones que distan a más de 40 km de Teruel. La mayoría de los residentes requieren de cuidados sanitarios, tales como cambios posturales, alimentación por botón gástrico, aplicación de sondas o administración de medicación pautada y/o de rescate, tareas que solamente pueden llevarse a cabo por una enfermera o enfermero.
Hasta el momento, pese a no tener personal sanitario por las tardes, el centro había mantenido abierta la residencia, gracias al esfuerzo de las dos enfermeras y otros profesionales, bien por prolongar su jornada laboral voluntariamente, bien por realizar tareas fuera de sus funciones. El martes 27, al disponer de sólo una enfermera, el cierre de la residencia fue inevitable.
El colegio tiene asignadas tres enfermeras y tres auxiliares de enfermería. Lamentablemente, inició el curso disponiendo únicamente de dos enfermeras, pese a que la cobertura de las vacantes se solicitó en tiempo y forma y pese a las repetidas demandas de la directora para que se cubriesen rápidamente. Además de la falta de personal sanitario, el colegio también sufría la falta de dos auxiliares de educación especial y una fisioterapeuta. Tras la incidencia de la semana pasada, se agilizaron los trámites para la contratación de dos de las tres auxiliares de enfermería, que ya se han incorporado al centro. También se han incorporado las dos auxiliares de educación especial.
El Equipo Directivo del centro manifiesta su alegría por haber podido reabrir la residencia y agradece los esfuerzos hechos por el Servicio Provincial para agilizar las incorporaciones de los profesionales; pero se muestra preocupado por no contar aún con la tercera enfermera, ya que esto implica que la situación podría repetirse. La directora del centro denuncia la excesiva burocracia existente en los procesos de contratación del personal de atención educativa complementaria y afirma “en los centros de educación especial se presta un servicio educativo, pero también asistencial. Trabajamos con personas con condiciones de salud graves e incluso de compromiso vital, con personas y familias vulnerables que requieren toda la ayuda que podamos prestarles. Por eso, la cobertura de las vacantes debería ser inmediata; especialmente cuando se trata de personal sanitario, ya que sus funciones (imprescindibles en centros como el nuestro), no pueden ser asumidas por otros profesionales”.