La sistemática mejora de los paisajes amurallados de Albarracín.
Los acabados vendrán marcados por los resultados de la intervención actual, en el recinto fortificado Este.
El próximo 8 de septiembre, festividad de Santa María, patrona de la ciudad, se presentarán los trabajos de Restauración de los Paisajes Amurallados en los que viene trabajando esta Fundación desde el año 2007, en concreto. Es un trabajo muy sistemático y gradual, pero también muy pionero en el tiempo, que sintoniza con los planteamientos europeos en los nuevos conceptos sobre la restauración del patrimonio, que la Fundación ha querido llevar a la práctica en el cerco amurallado que circunda el denominado barrio de San Juan, desde la Catedral hasta la torre Blanca, en el extremo Sur de la ciudad. El modelo que armonizará los acabados realizados hasta la actualidad, es el que se está ejecutando ahora, en el lado de Este de la fortificación, en su recorrido paralelo al acceso de la iglesia de Santa María.
Muralla Este. Intervención actual.
La fase de ejecución de este año 2024 se centra en el paisaje amurallado Este, que sigue paralelo a la carretera de acceso al centro del conjunto histórico, en el tramo concreto que asciende hasta la iglesia-auditorio de Albarracín. Es la continuidad del cerco amurallado del denominado “paseo” bajo el mirador de la Catedral, que queda interrumpido por la carretera mencionada. Para desmenuzar estos minuciosos trabajos vamos a dividirlos en los siguientes ámbitos:
- Trabajos de restauración de la muralla. En este lateral, la muralla se constata en algunos tramos; en otros no se sabe si continuará, quizás debajo de los derrubios de ladera como nos ha aparecido en algunos otros sectores, o sencillamente ha desaparecido. Es muy importante la labor de rastreo que se debería hacer, conscientes de la dificultad que conlleva, dado el considerable desnivel existente, incluso sin la posibilidad de instalar andamio alguno.
Ha aparecido perfectamente definida en el primer tramo más bajo, próximo al caserío, en el que se han centrado los trabajos. Es el tramo que aparece cortado por la carretera de acceso al centro, como continuidad del ya mencionado “paseo”. Continúa con un quiebro muy pronunciado, cuyo nivel inferior recae en los paredones de la garganta del río, complicando su análisis final.
Hasta donde se ha podido instalar el andamio se ha hecho una minuciosa labor de conservación del bien, afianzando los apoyos sobre la roca, ocultos entre el material caído, consolidando los remates del muro y reponiendo las numerosas lagunas, a veces con agujeros de gran tamaño, siempre con piedra caliza y mortero de cal y grava, siguiendo el testimonio original.
La sorpresa la ha dado su cara interior, entre cuyos rellenos han aparecido algunos restos cerámicos, así como una estructura de habitáculo adosada a la muralla, y un perfecto desagüe, que ha servido de nivel de base para la actual configuración.
- Restauración de su paisaje interior. En función del desagüe hallado, se han ordenado las tierras con la intención preferente de darle continuidad a la muralla primera y al paseo citado, que intentaremos prolongarlo, si es posible, hasta la misma iglesia de Santa María. La evolución de los trabajos dictará esa posibilidad.
En este primer tramo, se crea un pequeño mirador limitado por la muralla, al que se accede por el camino que se ha abierto entre taludes irregulares. Todo ello quedará sujeto por vegetación autóctona, entre roquedales dispersos arropados por la misma vegetación, que servirán de borde a la carretera. Es éste un novedoso proyecto de paisaje, que en el resto del borde izquierdo de la carretera ha comenzado con la eliminación de especies alóctonas e invasoras (ailantos, robinias y viña del Tíbet, sobre todo), que ocultaban y obstaculizaban las especies autóctonas como sabinas, carrascas, pinos, olmos, entre manchas de boj y tejos que antes no se veían. De momento para evitar el movimiento del talud limpio, se ha sujetado con una tela de coco biodegradable.
Para rematar este paisaje ha de iluminarse adecuadamente, siguiendo el modelo que se pretende implantar en el tramo mejorado. Son luminarias muy estudiadas, con las que preservar la biodiversidad y el medio ambiente, de acuerdo con la nueva normativa y en atención al singularísimo espacio en el que se está interviniendo. En general, son luminarias muy eficientes, con las que reducir los niveles de luminosidad para evitar la contaminación lumínica, con tonalidades de luz muy cálida. Como se ve en la imagen adjunta, se dispone una alineación de foquitos mínimos paralelos a la muralla, que se complementa con los farolillos del paisaje y roquedo, y que podrían ampliarse con una idónea iluminación de carretera, cuyo estudio y ejecución queda abierto.
La planificación y ejecución de este novedoso proyecto de Paisajes Amurallados es muy ilusionante, pero también muy compleja. Para su efectividad, el proyecto cuenta con un extraordinario equipo técnico (arquitectos, arqueólogo, paisajista y técnica en iluminación) y un inmejorable equipo de ejecutores del Centro de Restauración de la Fundación, implicadísimos con el proyecto, que lleva a Albarracín a un nuevo marchamo de calidad patrimonial, gracias al apoyo del Gobierno de Aragón (Dirección General de Patrimonio), que lo hace posible.
Antecedentes.
Siguiendo el trabajo realizado dividimos la muralla en tres sectores consecutivos de intervención, con sorprendentes resultados en cada uno de ellos.
Muralla Oeste. Es la que arranca desde la trasera de la catedral hasta la puerta del cementerio (unos 470 m.). Se ejecutó entre los años 2007 y 2013. Los trabajos se centraron en la consolidación de remates de la muralla reconstruida con anterioridad, aunque en algún otro tramo hubo que consolidarla y rescatarla en su integridad bajo los derrubios de ladera ajardinados que la ocultaban. Este es el caso del aparcamiento de San Juan, donde además se recreó la anchura inicial de la misma, limitada con una banda de separación vegetal de la explanada de aparcamiento.
En este tramo también fue muy importante la ejecución del aparcamiento existente bajo el castillo y la acomodación paisajística de todo su entorno, incluido el acceso a la misma fortaleza y a las explanadas traseras de la Casa de Santa María y del albergue la Colecta, con un ejemplarizante roquedo que se ha retomado ahora. En este sector hubo que consolidar el torreón circular existente, en cuyos trabajos de arqueología se encontraron restos de construcciones internas.
Muralla Sur. Llega desde la puerta del cementerio hasta la atalaya sur descubierta con la restauración, siguiendo el profundo escarpe curvado del río Guadalaviar, en torno a la torre Blanca (unos 125 m.). Los trabajos principales de este sector han consistido en la consolidación de la muralla, especialmente en su lado externo, muchas veces perdido, y en la renaturalización y ordenación de las escombreras que existían en la zona. La limpieza de la base rocosa de la torre Blanca y el descubrimiento de la atalaya menciona son dos de los valores de este tramo meridional.