El modisto de Olba, Manuel Pertegaz, uno de los protagonistas de la muestra
El Museo de Teruel inaugura hoy día 11 de marzo y a las 20 horas la exposición La edad de oro de la alta costura, producida por el Banco Sabadell. Se trata de una interesante y atractiva muestra que brinda al espectador la posibilidad de contemplar una panorámica del rico y variado trabajo creativo llevado a cabo por los principales modistos españoles, entre 1920 y 1980.
Alrededor de 150 piezas, vestidos, sombreros, zapatos, bordados y bocetos de indumentaria femenina del siglo XX integran una exposición que permite revisar lo realizado por los grandes nombres de la moda española, especialmente la que se creó desde Barcelona. Entre ellos, el turolense Manuel Pertegaz tendrá una presencia destacada y, junto a él, podrá contemplarse una amplia selección de ropa y objetos realizados por Balenciaga, Pedro Rodríguez, Elio Berhanyer, Carmen Mir, Asunción Bastida, Rosser o Flora Villareal (prestigiosa modista de Madrid que vistió a la Duquesa de Alba), y la también turolense, Margarita Nuez (modista habitual desde hace años de S. M. la Reina Doña Sofía), entre otros. La llegada del “prêt-à-porter” acabaría suplantando la costosa y elitista costura de los grandes maestros y también el variado y amplio mundo de las modistas.
Las piezas que conforman La edad de oro de la alta costura proceden de la Colección textil Antoni de Montpalau y la mayoría de ellas se muestran por primera vez, al margen del momento en que fueron lucidas por sus iniciales propietarias. La colección fue creada por Josep Casamartina y Anna Maria Casanovas el año 2004 en Sabadell, ciudad de larga tradición industrial, con el objetivo de recopilar y dar a conocer el complejo mundo del textil. En la actualidad esta colección particular ronda las 1.700 piezas, fechadas del siglo XVI hasta la nuestros días.
La edad de oro de la alta costura se podrá visitar en las salas de exposiciones temporales del Museo de Teruel desde el 11 de marzo al 25 de abril de 2010.
Moda con personalidad propia
Según el comisario de la exposición, Josep Casamartina, director también de la Colección textil Antoni de Montpalau: “la alta costura de nuestro país, los principales modistos y modistas que inventaban modelos exclusivos, vivieron sus momentos de esplendor durante el período que abarca las décadas de 1920 a 1980. Esta eclosión fue paralela a lo que sucedía a escala internacional. La moda en mayúsculas tuvo siempre (y sigue teniendo) su centro en París, desde donde ha irradiado sus tendencias al
resto del mundo occidental. España, no obstante, con algunos nombres totalmente integrados en la capital francesa, aportaría durante todos estos años su grano de arena a partir de una serie de creadores que marcarían época. De todos, el más importante fue Cristóbal Balenciaga, que triunfaría en París y en el mundo y acabaría siendo el principal couturier de todo el siglo XX; le seguirían Pedro Rodríguez y Manuel Pertegaz, ambos con una prolífica y dilatada producción, aún activa en el caso de este último”.
Además de trajes de noche y de fiesta, de novia, sastres y abrigos, la exposición La edad de oro de la alta costura incluye una selección de sombreros, algunos también creados por Balenciaga, Pertegaz y Rodríguez y otros de importantes firmas como Elena Katona, Pilar Gabasa, Martí Martí y Rius de Forns; y zapatos de Pertegaz, Rodríguez, Loewe, Álvarez, Durany y Bravo Java. Asimismo, se incluye una selección de bocetos de Pedro Rodríguez de los años 1925 a 1960, y un conjunto de muestras de bordados de la casa Luguel, que bordó el vestido de novia diseñado por Pertegaz para Letizia Ortiz.
Como subraya Casamartina, “Barcelona, con su proximidad y su contacto continuado con París, se convirtió indiscutiblemente en capital del textil, la moda y confección españoles durante muchos años. La famosa Jeanne Lanvin aprendió costura en la Ciudad Condal y en 1920 abrió una sucursal que mantuvo abierta hasta el inicio de los años 30. Fue también en la capital catalana donde se iniciaron los primeros desfiles en la década de 1920 y donde se fundó, en 1940, la Coopertiva de Alta Costura Española que aglutinó a los más relevantes modistos y establecimientos del país, a excepción de Balenciaga, que nunca quiso entrar en ella, ni tuvo necesidad, dado que en sus establecimientos de España y Francia ya tenía una exquisita clientela internacional. La mayoría de las grandes casas nacidas en Barcelona (Rodríguez, Pertegaz, Bastida, Mir y Rovira) acabaron por abrir también sede en Madrid.
Entre todos contribuyeron a propiciar una industria importante de tejidos, confección artesana, bordados, pasamanería, sombreros y complementos. Y también, por encima de todo, una estética particular con denominación de origen, relacionada con París pero con personalidad propia que obtuvo un reconocimiento tanto en el mismo país como en el extranjero.
Complementa la exposición el libro Barcelona alta costura, cuya presentación tuvo lugar en la capital catalana el pasado 16 de febrero y contó con la presencia de Manuel Pertegaz. Se trata de una publicación de 300 páginas, profusamente ilustrada con fotografías de Jordi Puig, y con textos de la escritora y periodista Margarita Rivière; la historiadora del arte, especialista en textil y asesora científica del proyecto, Rosa M. Martin i Ros y el crítico de arte, director de la Colección textil Antoni de Montpalau y comisario de la exposición, Josep Casamartina i Parassols. El volumen incluye asimismo una sección de biografías de todos los autores incluidos en la exposición que será, sin duda, una herramienta fundamental dada la escasa bibliografía existente acerca de buena parte de todos estos creadores.