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La sala de exposiciones Eleuterio Blasco Ferrer acoge desde el día 3 de agosto hasta el 12 del mismo mes la exposición Refugio de la artista de Berge Estela Ferrer Peraire. Una exposición que entra dentro del programa Dinamiz-ARTj. Un programa del Instituto para la Transición Justa (ITJ) a través de la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN) que pretende generar una oferta cultural amplia en los municipios afectados por el proceso de cierre de instalaciones en zonas de Transición Justa. Este programa aúna demanda cultural local, actuaciones y actividades artísticas ofrecidas por jóvenes artistas, programación cultural y mejora de la oferta turística. Además, con ella también colabora el Centro Integral de Desarrollo de Alabastro de Albalate del Arzobispo a cargo de Santiago Martínez Ferrer, donde la artista está desarrollando su proyecto escultórico durante este año. Contaremos con las primeras obras de este proyecto en esta muestra.
El discurso general de la exposición gire en torno al cuerpo de las mujeres como un refugio en el que sentirnos seguras con nosotras mismas, dándole importancia a las emociones que son lo que realmente serían lo que define nuestra identidad.
La exposición incorpora dos grandes proyectos uno de gráfica y otro de escultura, dos técnicas de expresión artística totalmente diferentes pero que versan sobre el mismo tema. La serie identidades realizada con algrafía, litografía sobre plancha de aluminio, se retrata el cuerpo a base de manchas en las que el azahar juegan un papel fundamental. Se aleja de la figuración para abarcar la emoción y sensualidad de cada cuerpo. Además, cuenta con linograbados y grabados calcográficos que tienen su propio lenguaje artístico.
En la sala con las mejores vistas de Molinos anexa a la principal del museo, encontraremos la serie de esculturas que hemos mencionado anteriormente. La pureza y, al mismo tiempo, la diversidad de vetas y colores que puede presentar el alabastro enriquece el proyecto de Estela llamado “Cuerpos etéreos”. Sus obras aspiran a ser un reflejo del alma.
En sus piezas, Estela se aleja del cuerpo físico y de la anatomía, en una reflexión con la pretende apartar la mirada sexuada hacia el cuerpo de las mujeres para percibir la parte más emocional de las personas. El cuerpo emocional del que nos habla esta joven artista es enérgico, provoca el cambio, el movimiento y crea todo tipo de sensaciones vivenciales. Es expresión y evolución a través de la cual busca captar la esencia última del ser humano.