TERUEL 2020
Soy una ENFERMERA de TERUEL, que vive y trabaja en TERUEL desde hace exactamente 33 años. Puedo decir que he sido feliz, tanto en mi ciudad como en mi trabajo.
He pasado por diferentes servicios y hospitales, en todos ellos he realizado mi labor de CUIDAR a los pacientes con ánimo y alegría. He acompañado en el proceso de nacer y en el de morir y en todos los casos he intentado usar mis conocimientos profesionales para ayudar a quien lo necesitaba, he reído y he llorado con los pacientes y sus familias y me he sentido útil.
Si hablo en pasado no es casualidad, porque hoy en día me toca desarrollar mi profesión con impotencia y frustración. Estoy indignada, muy indignada. Y no es tanto por la pandemia en sí, ya que como ENFERMERA se convivir con la muerte, el sufrimiento, la desesperación y con todas las enfermedades. Este virus, es uno más, de tantos que afectan al ser humano y los sanitarios estamos preparados para hacerle frente e intentar combatirlo.
El problema en el que estamos inmersos es la apatía, insensibilidad, incompetencia y falta de respeto de los dirigentes políticos y altos cargos que con sus decisiones , mentiras e inacciones, totalmente partidistas, nos están metiendo en un pozo sin fondo, en lugar de remar TODOS al unisonó para salir hacia adelante.
Creíamos tener un sistema sanitario fuerte y eficaz y ahora, con la presión, nos damos cuenta que no era así y lamentablemente se está rompiendo por las costuras. Pero además de todo esto, que está ocurriendo en todo el país, nosotros por vivir en TERUEL tenemos varios agravantes, derivados de que nuestra ciudad es pequeña y somos pocos, y por eso motivo tenemos que soportar deficiencias a todos los niveles ,pero sobre todo en el aspecto sanitario. No tenemos suficientes sanitarios que quieran arraigarse aquí, no tenemos buenas infraestructuras donde trabajar, no tenemos un hospital digno con habitaciones individuales (porque sepan que no hay NADIE que solicite compartir habitación en un proceso de enfermedad. Nunca lo vi en 33 años de experiencia), y no tenemos por lo tanto la posibilidad de trabajar con eficacia y eficiencia para tratar a los pacientes con la atención que se merecen.
La política no es hacer grandes declaraciones es ocuparse de los intereses de los ciudadanos, de todos .Sin discriminaciones. Y los ciudadanos a la vez, no solo tenemos derechos, también tenemos obligaciones. Entre ellas vigilar de cerca a los políticos para que cumplan con su deber, y colaborar sobre todo en estos tiempos de pandemia para que aportando un poco de responsabilidad individual podamos vencer a este virus entre TODOS.
No soy optimista, estoy muy cansada son muchos días, semanas y meses bajo presión que están haciendo mella. No tengo perspectiva de cuando llegara el final de esta guerra para la que no estamos preparados. Siento desanimo al ver que se están perdiendo muchas vidas en el camino y con el paso del tiempo nos estamos acostumbrando a ello. Me gustaría que todo fuera un mal sueño del que pronto voy a despertar, ese sueño reparador que últimamente no consigo alcanzar….porque mañana tengo que ir a trabajar.
UNA ENFERMERA