La nueva sección del partido se constituye para dar respuesta a los problemas de los jóvenes de la provincia
El pasado tres de Julio, en el salón de actos del edificio de los sindicatos de Teruel, nos reunimos los jóvenes de Izquierda Unida de la provincia, con el fin de constituir el área de juventud de Izquierda Unida en Teruel.
Este grupo surge como necesidad de dar una respuesta cercana a los problemas de los jóvenes de la provincia, como elemento receptor de los intereses y necesidades de estos mismos. Surge porque entendemos que un colectivo tan importante debe y merece tener una comunicación directa con estratos más altos de las clases políticas.
No buscamos trabajar solamente para la juventud, sino con la juventud. Entendemos que debemos estar al lado de ellos y estar dispuestos a aceptar y estudiar cualquier idea y sugerencia, que abran interesantes temas de debate.
Estamos representados en Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Utrillas y Teruel, intentando cubrir el mayor territorio posible, intentando salvar en la medida de lo posible, los problemas geográficos de la provincia.
Durante estos días hemos mantenido conversaciones sobre el ocio juvenil, concretamente sobre las vertientes del botellón y las casas de juventud. Las conclusiones a las que hemos llegado son las siguientes:
Creemos que la solución respecto al tema del botellón está en la educación. Rechazamos la prohibición total y una total permisividad. La solución debe estar en una legislación orientada hacia la educación de la juventud. Desde las distintas organizaciones se hace una persecución hipócrita contra los jóvenes que practican este tipo de concentraciones, ya que se persigue el acto de beber en la calle, mientras a la vez instan a que los jóvenes lo hagan en los bares.
Se debe educar a la juventud en un consumo responsable del alcohol, con unas conductas basadas en el respeto, en la limpieza y en evitar la contaminación acústica. Desde éste área abogamos por la creación de espacios (que en la mayoría de las ciudades existen o serían relativamente simples de instaurar) dotados de servicios e infraestructuras para la convivencia juvenil (baños, transporte público).
En cuanto a las casas de juventud, trabajamos para que se vuelvan a impulsar y dinamizar, que sean alternativas reales a la juventud que, ya por edad, o por pensamiento, no pueda o quiera acceder a otros tipos de convenciones juveniles. Estas casas deberían ser gestionadas por y para jóvenes, dónde ellos tengan iniciativa en su organización, cumpliendo siempre unas normas básicas. Experiencias anteriores demuestran que una coordinación por personas ajenas a este estrato social llevan a un fracaso de este tipo de espacios de ocio.
En una capital de provincia cómo Teruel no existen prácticamente lugares dónde los jóvenes puedan reunirse, mientras que desde el consistorio no se hace nada para evitar esta reclamación que tienen los jóvenes desde hace tiempo.
Para despedirnos, comunicaros que estamos estudiando otros frentes, cómo la reforma laboral (que está en boca de todos), el canon digital y las repercusiones del nuevo plan de juventud del Gobierno de Aragón.