Las magistradas, tras valorar los hechos probados, concluyen que al hombre le guio el deseo de cambiar el cultivo de cereal por cáñamo industrial, que ha demostrado no tener las capacidades necesarias para crear un entramado de empresas capaces de disimular un
negocio delictivo, que su explotación estaba correctamente legalizada y que en todo momento ha mantenido una actitud abierta, trasparente y de colaboración con la Guardia Civil.
La Audiencia Provincial de Teruel ha absuelto a un hombre que fue
enjuiciado por un delito contra la salud pública por cultivar plantas de
cannabis y marihuana en sus tierras. El hombre, agricultor de profesión,
decidió cambiar el cultivo de cereal que hasta entonces tenía para dedicar
sus tierras y otras que arrendó a la explotación agrícola del cáñamo
industrial. Para ello, firmó un contrato con CANNAL MÉDICAL BROKER SL,
comprometiéndose el acusado a cultivar cáñamo industrial con las semillas
que le proporcionara CANNAL MÉDICAL BROKER SL. Contrato que contenía
una cláusula de exclusividad por la que Víctor (el procesado) solo podía
vender el producto a la mencionada empresa. Para poner en marcha su
negocio Víctor realizó una inversión de entre 200.000 y 220.000 euros.
Las magistradas absuelven al procesado al no apreciar en él “que posea una
capacitación personal (agricultor), ni los conocimientos necesarios para
generar un entramado de estas características, ni para disimular un negocio
delictivo”. Entienden que su participación “fue por obra de la empresa de
asesoramiento a la que se dirigió para cambiar el cultivo de sus tierras,
sustituyendo el cultivo del cereal, por el de cáñamo industrial, que prometía
una mayor prosperidad y que se estaba prodigando en Aragón y en la zona”
y que su intención fue la de apostar por un cultivo alternativo, con una
propuesta de provecho considerable y con apariencia de seguridad en el
buen fin, por estar de antemano vendida la cosecha.
De acuerdo con los hechos que el tribunal declara probados, concluyen que
en ellos consta la forma en que se desenvolvió el negocio y la participación
del acusado, “en tales condiciones podemos afirmar que el hombre, cuando
emprendió el negocio lo hizo, con la conciencia y voluntad de estar iniciando
un negocio lícito y legal de cultivo de cáñamo para uso industrial, en la
ignorancia de que estaba participando en un negocio ilegal de cultivo de
marihuana”. Y añaden que “se convirtió en un empresario agrícola en
el negocio del cáñamo por obra y causa de la empresa distribuidora y la
empresa de asesoría jurídica y técnica impuestas por la anterior,
convirtiendo al cultivador del cáñamo en el administrador de una sociedad
limitada, cuya existencia para la explotación del cáñamo no consta que sea
relevante”.
Por último, concluyen que el acusado ha mostrado en todo momento y de
forma espontánea una actitud abierta, trasparente y de colaboración con las
autoridades y con la Guardia Civil y por todo ello le absuelven libremente
con todos los pronunciamientos favorables.
