Según publica El Periódico de Aragón y también algún otro medio aragonés ,( Portesa, Porcino de Teruel S.A., empresa ganadera radicada en la provincia de Teruel y que pertenece al grupo Tervalis, fue víctima el pasado 20 de septiembre de un ataque informático perpetrado por el cibergrupo criminal Trigona, una organización especializada en la intrusión en bases de datos y secuestro de información que ahora le exige un rescate.
Según la información obtenida por el investigador en seguridad informática Vicente Delgado y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, los delincuentes se habrían introducido en los sistemas informáticos de la empresa y habrían tenido acceso a documentos confidenciales con información sensible como informes de riesgos, pólizas de crédito, operaciones mercantiles u órdenes de pago y de adeudo, así como un buen número de datos bancarios. Atendiendo a la práctica habitual del malware introducido por Trigona, los documentos localizados del equipo atacado habrían quedado cifrados con el añadido de la extensión «._locked» junto a un archivo a modo de nota de rescate que insta a ponerse en contacto con los atacantes.
Fuentes de Portesa aseguraron que el ataque no ha alterado el trabajo normal del negocio y confirmaron que los responsables de la empresa ya interpusieron días atrás una denuncia ante la Guardia Civil . Por lo demás, declinaron realizar cualquier tipo de declaración, tal y como afirmaron les recomendó el Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Bemérita, a expensas de cómo avance en los próximos días la investigación abierta.
Trigona, cuyo nombre hace referencia a un género de himenópteros o abejas oriundas del centro y sur de América, algunas de las cuales son carnívoras, exhibe en su web un panel con las diferentes empresas que están siendo extorsionadas. A todas ellas les exige un rescate para poder recuperar su documentación. Para forzarlas al pago, las presiona mediante un temporizador con una cuenta regresiva al término de la cual amenaza con hacer pública la información secuestrada. Ese reloj amenazante establecía el pasado 20 de septiembre un plazo menguante de 26 días, por lo que hoy quedarán 19.
Al mismo tiempo, los extorsionadores establecen un precio de salida para que terceros interesados en la documentación robada pujen y se hagan con ella antes que nadie. La de Portesa tiene un precio inicial de 150.000 dólares.