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En la Escuela Infantil Montessori de La Purísima y Santos Mártires, vemos como un momento que crea desasosiego en las mamás y papás, es el de dejarlos en la “guardería”. Lloros y pataletas acompañan esta transición que es necesaria para su adaptación a la escuela, ya que se separan de sus personas de apego y entran en un lugar desconocido con personas desconocidas.
Hablamos entonces del Período de Adaptación, un proceso por el que pasan todos los niños, pero también los padres y los educadores. Este período se podrá prolongar más o menos en el tiempo, dependiendo de muchos factores: Las acciones, gestos, actitudes, mensajes, comportamientos de los adultos, etc.
Para que esta transición sea lo más llevadera posible, ahí van unos cuántos consejos a los padres:
- Siempre debemos despedirnos, sino estará pendiente de ti para que no te vayas.
Debes despedirte, ponerte a su altura y decirle que volverás y haréis algo que le guste juntos.
- Acompañarle en todo momento.
- Explícale días y semanas antes lo que va a ocurrir.
- Cuando prepares lo necesario, hazle partícipe, es un buen momento para explicarle los cambios.
- Puede llevar algún objeto familiar.
- Después de cada estancia, hablar con él de forma positiva sobre lo que ha hecho.
- Que el niño vea que hay una comunicación positiva y una relación de confianza con la educadora.
Poco a poco el niño irá entendiendo que no lo abandonan, que sus papás vuelven a por él, irá explorando y conociendo el entorno, se irán creando lazos afectivos con las educadoras y los demás niños. La escuela será un espacio conocido donde tendrá experiencias nuevas y enriquecedoras para su desarrollo.
En definitiva, la adaptación significa felicidad, tranquilidad, equilibrio interno que se traduce en seguridad. Dejemos pues que todo ello fluya y confiemos en el niño, que tiene mucho que aprender y del que nosotros también aprenderemos.