Una colaboración ejemplar entre la Fundación Santa María y el Gobierno de Aragón a través del INAEM, con la que se han intervenido ya más de 1700 bienes culturales y formado a más de 2000 restauradores.
La Fundación Santa María de Albarracín ha dado comienzo al XXVII Ciclo de Cursos Superiores de Conservación y Restauración, una iniciativa formativa de referencia en el ámbito del patrimonio histórico que se consolida año tras año gracias a su singular modelo pedagógico: cursos de 120 horas de duración, intensivos, especializados y eminentemente prácticos, en los que se trabaja directamente sobre obra real.
Esta acción formativa, impulsada con el decidido apoyo del Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), constituye un ejemplo de colaboración eficaz entre instituciones para la conservación activa del patrimonio, al tiempo que genera oportunidades reales de especialización profesional para restauradores de todo el país.
El curso inaugural de esta nueva edición, dedicado a especialidad de tejidos, se ha desarrollado entre el 21 de abril y el 9 de mayo de 2025, bajo la dirección de la profesora Ana Isabel García. Diez alumnos procedentes de seis comunidades autónomas han participado en esta formación, articulada en torno a contenidos teóricos específicos sobre fibras textiles, técnicas de ligamento, tratamientos de conservación y metodologías de almacenaje, junto a un intenso trabajo de taller sobre piezas históricas reales.
Durante el curso se han elaborado muestrarios para practicar diferentes técnicas de costura. Además, se ha trabajado el método del “encapsulado”, una técnica de estabilización no invasiva muy valorada en intervenciones textiles. Desde la primera semana se ha intervenido sobre varias piezas destacadas: una casulla decimonónica de “damasco de vestido” espolinado en oro, procedente de Mas de las Matas (Teruel); una dalmática del Museo Diocesano de Albarracín; y un tapiz flamenco del siglo XVI tejido en Bruselas-Brabante, perteneciente también a dicho museo.
Las intervenciones han seguido un riguroso protocolo técnico, documentado en informes técnicos individualizados, que no sólo reflejan la intervención realizada sino que aportan conocimiento útil y replicable para futuras actuaciones.
El enfoque de este ciclo formativo es lo que lo convierte en una experiencia única en el panorama nacional. La posibilidad de trabajar con piezas patrimoniales reales, supervisadas por profesionales de reconocido prestigio, marca la diferencia con respecto a otras ofertas formativas en conservación y restauración. No se trata solo de una formación técnica: es una inmersión profesional real, que responde a las necesidades del sector y a la urgencia de preservar nuestro legado cultural con criterios rigurosos y sostenibles.
La Fundación Santa María de Albarracín, con la colaboración constante del INAEM y del Gobierno de Aragón, reafirma con este ciclo su compromiso con el patrimonio y con la formación de excelencia. La experiencia de 27 ediciones consecutivas, los más de 2.000 restauradores formados y las más de 1.700 obras intervenidas hablan por sí solas del impacto, la calidad y la proyección de este programa que une tradición, innovación y territorio.