Según ha podido saber este periódico, el jueves de la semana pasada y hasta el fin de semana, algunos pacientes fueron derivados de otras plantas del edificio a la planta de Pediatría del Hospital Obispo Polanco en nuestra capital. Esta situación llama la atención no por el hecho de la saturación de las urgencias y algunas plantas del Hospital, sino porque la solución de ingresar en Pediatría, mezclando en la misma planta niños con adultos, puede ser polémica. No parece, además, muy aconsejable.
Lo que ha ocurrido, parece ser es que el repunte de la gripe y el frío ha saturado la planta tercera del hospital y han tenido que reorganizarse las estancias de los enfermos por las diversas plantas del Hospital.
También nos aseguran que las personas mayores que han estado ingresadas en Pediatría no tenían ninguna enfermedad contagiosa o de otro tipo que pudiese afectar a los niños ingresado en el Hospital.
Llega esta polémica también en medio de la situación creada por el retraso en el inicio de las obras del Hospital y mientras se oye alguna voz que cuestiona la necesidad y dimensiones del nuevo Hospital de teruel
Desde el servicio de prensa del Salud, y preguntados por esta cuestión,nos dicen que Es un hecho de sobra conocido que los meses de invierno aumentan las urgencias debido a varios factores, como la climatología adversa que hace que se produzcan descompensaciones en pacientes crónicos por agudización de sus patologías. Esto se produce principalmente en los meses de diciembre, enero y febrero, en los que todos los años sistemáticamente aparece en los medios de comunicación el aumento de pacientes en los Servicios de Urgencias de los hospitales.
No se ha producido una reducción en las plantillas del personal de los Servicios de Urgencias sino todo lo contrario, se han reforzado.
La política del Gobierno de Aragón en cuanto a los Servicios Sanitarios de Urgencia, como en todo lo referido a la gestión de la asistencia sanitaria, está regida por los principios de eficiencia y calidad. En este sentido, las actuaciones tanto del Servicio Aragonés de Salud, como del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia están dirigidas a ir adecuando las infraestructuras sanitarias a las necesidades asistenciales de la población de Aragón, racionalizando al máximo los recursos materiales, económicos y humanos existentes para obtener el mayor rendimiento posible, siempre con el objetivo de prestar una asistencia sanitaria de calidad a los usuarios.
Ante los que critican faltas de medios o recortes en la sanidad aragonesa, y como ejemplo de que todos los años por estas fechas se produce la misma situación en los hospitales se pueden ver numerosos titulares de prensa relacionados con la saturación de los servicios de urgencia, los años 2007, 2008 y 2009 (años en teoría sin restricciones presupuestarias)