Se incrementa en 26.900 hectáreas en una campaña de siembra marcada por el desacoplamiento completo de las ayudas y a la incertidumbre sobre los precios
La superficie sembrada en Aragón se ha incrementado este año en 26.900 hectáreas respecto a 2009, hasta alcanzar 972.000 hectáreas, según los primeros datos anticipados por el Departamento de Agricultura y Alimentación. Esto supone un ligero crecimiento del 2,8% en una campaña marcada por el desacoplamiento ya completo de las ayudas a estos cultivos, por aplicación del Chequeo médico de la Política Agraria Común (PAC); la incidencia de la medida contemplada por el Plan Nacional de Rotación de Cultivos en zonas de secano con rendimiento igual o menor a dos toneladas por hectárea y la incertidumbre general sobre los precios.
En secano, la superficie sembrada alcanza las 664.000 hectáreas, el 3,4 % más que en la campaña anterior. En regadío, se produce un incremento del 1,7 %, con un total de 307.491 hectáreas sembradas.
Destaca la reducción de las siembras en trigo duro de secano, que ha bajado el 11,5%, pasando de 153.000 hectáreas en 2009 a 135.000 en 2010. No obstante, este hecho contrasta con el incremento de trigo duro en regadío en 3.800 hectáreas que, por su mayor producción, compensarán parte de la reducción del cultivo en secano. Así, y en conjunto, se puede concluir en una estabilidad en la producción de este tipo de cereal, tan importante para la industria agroalimentaria aragonesa, debida probablemente a una expectativa inicial mejor de precio respecto de otros tipos de cereal.
Se produce un aumento de la superficie cultivada de trigo blando en secano, con un alza del 22,5%, alcanzando 66.800 hectáreas. La cebada se mantiene estable con 341.000 hectáreas.
Las proteaginosas y leguminosas en secano se incrementan de una manera notable, ya que se trata de cultivos apoyados por el nuevo Plan Nacional de Rotación de Cultivos en zonas de secano. Este Plan, iniciado en esta campaña tras la aprobación del Chequeo médico de la PAC, tiene como objetivo el fomento de prácticas respetuosas con el medio ambiente en las zonas cerealistas de mayor aridez. Destacan en este apartado, las siembras de leguminosas que alcanzan las 38.500 hectáreas.
Asimismo, respecto a las declaraciones de barbecho tradicional y no cultivos de secano, se produce una pequeña disminución de un 4,4% respecto del año anterior.
Cultivos en regadío
En maíz en regadío, probablemente por las perspectivas de rentabilidad de este cultivo, se ha producido un descenso del 17% respecto a 2009 (10.800 hectáreas menos), quedándose en una cifra de siembra declarada de 52.400 hectáreas.
De manera inversa, la falta de expectativa en las siembras de maíz, y en adición al importante incremento de siembras de trigo duro en regadío, se ha incrementado también de manera notable la superficie dedicada a forrajes para deshidratado, un 8 %, alcanzando la cifra de 94.300 hectáreas.
Finalmente en arroz, se produce un ligero incremento del 3%, alcanzándose la superficie final de 13.300 hectáreas, la mayor de las últimas cuatro siembras. La razón puede buscarse en unas perspectivas de precio del mercado algo mejores que en cereales, dada la especificidad de este mercado a nivel global.