La aguerrida presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de la capital nos hace llegar una nota en la que llama la atención del estado en que se encuentra el Paseo del Ovalo. En la nota nos dice lo siguiente:
Ojos que no ven.
Las fotos que se adjunta corresponden al Paseo del Óvalo. Recordemos que en septiembre del 2003 fue con una inversión de más de 8 millones de euros y que en junio del 2004 fue galardonado con el Premio Europeo del Espacio Público Urbano.
En la actualidad y a la luz del día, quizás las pintadas en la marquesina, las luces que no funcionan ni en los bancos de piedra, ni en las fachadas de ladrillos, ni en la Escalinata, pasan desapercibidas para los visitantes.
Pero cuando llega la noche y vecinos y foráneos paseamos por el Óvalo vemos lo que otros ojos no ven.
Las pintadas de las marquesinas bien se podrían sustituir con información turística (por ejemplo), sustituir las luces fundidas y retomar el espacio que el Paseo ofrece para disfrutar de momentos agradables con tanto espacio (bancos y terrazas) donde poder recrearse del paisaje y las luces del ocaso.
La Asociación de Vecinos del Centro entiende que hay ojos que no vean ¿pero será por qué miran hacia otro lado o simplemente han dejado de pasar por aquí para no ver lo evidente?