La Asociación de vecinos del barrio pedáneo de Concud ha convocado para mañana a las puertas del ayuntamiento turolense una concentración para llamar la atención sobre la problemática que están generando unas balsas de desagüe de una industria jamonera en el citado barrio. Vertidos,malos olores y las posibles consecuencias sanitarias preocupan mucho a los vecinos.
La convocatoria que nos ha hecho llegar la asociación dice lo siguiente
El próximo jueves 22/08/2024, a las 10,30 horas, llevará a cabo una manifestación en La Plaza de la Catedral (puerta del ayuntamiento), en protesta por la inacción del Ayuntamiento de Teruel en el caso de las balsas de una empresa jamonera ha colocado muy cerca del barrio, para exigirles que cumplan un decreto que dicho Ayuntamiento emitió en mayo del 2023.
Hace unos días la misma asociación nos remitió un escrito en el que denunciaba la situación y la inacción que a su juicio se estaba dando en el Ayuntamiento de la capital con este tema. En el escrito se nos decía, entre otras cosas , lo siguiente
El barrio pedáneo de Concud, viene sufriendo desde hace unos dos años, un GRAVISIMO PROBLEMA MEDIOAMBIENTAL, QUE ESTA AFECTANDO MUY SERIAMENTE A LA VIDA DE TODOS LOS HABITANTES DEL BARRIO, desde hace unos dos años, en determinados días dependiendo de la dirección de los vientos, en el barrio empezamos a percibir unos olores nauseabundos, los cuales nos obligan a cerrar puertas y ventanas y que hacen muy DESAGRADABLE el andar por la calle. Hablado este hecho por los vecinos, uno de ellos comentó que habían hecho unas balsas de LIXIBIADOS, a unos 800m.
Tras algunas averiguaciones, pudimos constatar que efectivamente los olores provienen de unas balsas que la empresa JAMONES ALBARRACIN construyó en la primavera del año 2022 , donde echan todos los residuos procedentes de lavar los jamones de sus secaderos: agua, sal, sangre, grasa, sólidos en suspensión etc. Así mismo pudimos descubrir que al pie de las balsas por el camino de La chopera, había unas filtraciones de un agua de color rojizo y con abundante sal, las cuales van a parar al Río la Madre con el que regamos muchos de nuestros huertos, procedentes de las mencionadas balsas.
Iniciamos en ese momento una angustiosa andadura para poder sobrevivir en nuestro barrio, formulamos denuncias al Ayuntamiento, Seprona, CHJ, Sanidad, Inaga y Defensor del Pueblo.
Tras estas denuncias, se constató que había una licencia para una balsa inicial en el año 2015, pero que el resto de balsas construidas en 2022 y que habían triplicado su tamaño, CARECÍAN DE LA CORRESPONDIENTE LICENCIA DE OBRAS Y DE ACTIVIDAD.
