Uno de los ejemplos de leyendas urbanas más conocidos en la historia reciente Europea es la existencia, o no, del monstruo del lago Ness, en Escocia.Mucha gente dice haberlo visto, existe alguna fotografía muy difuminada, pero en realidad parece ser que es una leyenda
Ya en ámbito más doméstico, la leyenda de la chica de la curva, esa chica que se aparece en determinadas curvas de la red viaria española, avisándote de que viene una curva muy peligrosa es una de las leyendas más conocidas.
Y desde hace unas semanas la existencia de un grupo específico de personas recién contratadas para rastrear los casos de covid-19 en nuestra capital es otra las leyendas urbanas que se están generalizando en los ámbitos políticos
Desde el Gobierno aragonés y desde el Gobierno Nacional se ha insistido en que la realización masiva de pruebas PCR y el rastreo de los contagiados, por los famosos rastreadores para tener controlados sus contactos y el cumplimiento de las cuarentenas, eran la clave para controlar los rebrotes
Y el gobierno regional, además, anunció en julio la contratación de centenares de estos rastreadores, bien enfermeras, bien trabajadores sociales e incluso se llegó a hablar de miembros de la unidad Militar de Emergencias
Pues bien, lo primero que hay que decir es que el número de estos nuevos rastreadores en los Centros de Salud de nuestra capital es de cero personas. No hay ninguno
Para conocer la realidad de estos nuevos rastreadores en nuestra capital nos hemos dirigido al centro de salud del Ensanche( el más grande de la ciudad) y al del Centro(el que más caos de COVID ha declarado hasta ahora en la capital) preguntando por estos nuevos rastreadores
Los coordinadores de ambos centros nos han contado lo mismo.
A esta fecha, la tarea de rastreo no la está realizando nadie específicamente contratado para ese puesto sino que, en estos centro de salud, se ha destinado a un médico y a una enfermera para realizar estas tareas
Un médico y una enfermera que han dejado de atender a su cupo de enfermos, que ha pasado a ser atendido por el resto de médicos y enfermeras del citado centro de salud, lo cual lleva una sobrecarga de trabajo importante y genera problemas en el resto de la atención primaria de la ciudad
Sobre la existencia de nuevas personas para realizar tareas de rastreo, es decir los famosos rastreadores contratados, en estos centros de salud no existen
Las 2 personas que se dedican el rastreo en cada centro están asumiendo cada vez más trabajo y se esperan con inquietud soluciones por parte del gobierno regional. El gobierno lleva muchos días anunciando la próxima llegada de estos rastreadores, que puede que lleguen cuando sea demasiado tarde.
Curiosamente, los dos coordinadores de estos Centros de Salud nos han recalcado dos cosas.
La primera que estos días son claves para ver si los rebrotes pueden ser contenidos o no. El aumento de casos, necesita ser controlado y preocupa la posibilidad de que ese control acabe siendo muy difícil.
Y la segunda cosa que nos dicen es que hay que seguir apelando a la responsabilidad de los ciudadanos, ya que por mucho que se controle y se rastree a los afectados, si estos no se confinan, cumplen las normas de la cuarentena, aceptan las medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas, dará igual la labor de rastreo y los rebrotes seguirán en aumento.
La frustración en los profesionales sanitarios por la falta de cumplimiento de estas normas básicas por parte de la ciudadanía, empieza a hacer mella en su ánimo
Pero lo dicho, la anunciada existencia de un cuerpo o grupo específico de rastreadores covid 19 en nuestros Centros de Salud, ha resultado ser como el monstruo del lago Ness y la chica de la curva, una leyenda más. Terrible y lamentable