Hace cuatro años con una inauguración a lo grande se inauguró la remodelación de la plaza del Torico, incluso se editó un dvd.
Se nos vendió que esta remodelación nos colocaba a la vanguardia urbanística del siglo XXI. Que incorporaba una modernidad que sería el asombro de los visitantes y que tendría gran impacto internacional: El Proyecto Teruel…
Desde un principio diversos particulares y colectivos nos opusimos a esta remodelación; tanto por su carácter trasgresor, en un centro histórico, como por su elevado coste económico (6,5 millones de euros la reforma integral, de ellos 2 millones de euros las luminarias). Fuimos tachados de retrógrados, de inmovilistas, personas ancladas en el pasado que nos oponíamos al avance de Teruel.
Algunos aún seguimos opinando que lo mejor que se puede hacer con esta remodelación es que duerma el sueño de los justos, que se entierren para siempre estas luminarias. Que se depuren responsabilidades, si es que existen; y que nos pidan disculpas a la ciudadanía por semejante despilfarro y despropósito.
Yo cuando compro un coche me aseguro que tenga frenos y que funcionen; que el ordenador tenga teclas, que la televisión tenga pantalla. No me venden ni compro un producto en estudio, que ya veremos como funciona… Parece ser que con el dinero público no se hace igual… Nuestros gobernantes deberían tener un especial cuidado; evitando todo tipo de despilfarros y derroches.
Hoy cuatro años más tarde las luminarias siguen sin funcionar…
¡Pobre plaza del Torico, que triste te han dejado…!