El programa “Zaragoza en flor”, que se inició en el año 2020 en una docena de espacios está la plenamente consolidado, con 3.200 m² plantados y unas 70 especies o variedades diferentes
El programa “Zaragoza en flor”, que se inició en el año 2020 en una docena de espacios está la plenamente consolidado, con 3.200 m² plantados y unas 70 especies o variedades diferentes
Las flores vuelven a ser protagonistas en numerosos rincones de Zaragoza. A unos días de arranque la cuarta edición del Festival Zaragoza Florece en el Parque Grande José Antonio Labordeta, el color se extiende a 64 ubicaciones repartidas por toda la ciudad, incluyendo al menos nueve distritos y diez barrios rurales. Este programa de mejora paisajística, que arrancó en el año 2020 en una docena de espacios, ha seguido consolidándose y las intervenciones. Las que se utilizarán un total de 16.294 plantas, ocupan ya 3.200 metros cuadrados de superficie en rotondas, isletas, junto a esculturas, medianas y parterres, así como en parques y otras ubicaciones.
Las soluciones florales son un recurso paisajístico que ofrece un resultado amable y atractivo para sus habitantes y visitantes a la vez que mejora su percepción de espacios cuidados y floridos.
Dichas plantaciones tienen no sólo beneficios estéticos y de revalorización de la imagen de la ciudad, sino que también mejoran el suelo y promueven el aumento de biodiversidad, al tiempo que favorecen la sensibilidad ciudadana en relación con la naturaleza.
El objetivo que se busca con la utilización de estas soluciones florales es:
- Mejorar la percepción del entorno y, con ello, mejorar la vida de los ciudadanos.
- Aumento de la diversidad de especies utilizadas para nuevos ajardinamientos.
- Mejora de la cobertura arbustiva y herbácea (anuales, bienales, vivaces).
- Disminución del mantenimiento y recursos hídricos.
- Mejora del atractivo urbano.
- Revalorización de espacios.
La consejera de Medio Ambiente y Movilidad ha recordado que “queremos que Zaragoza ofrezca su mejor imagen en todas las estaciones del año, y debemos aprovechar los meses de primavera y verano para disfrutar de su versión más colorida”. Tatiana Gaudes ha explicado que “se utilizan especies que han sido especialmente seleccionadas y que son idóneas para este tipo de parterres, por su resistencia y por su durabilidad, que se plantan junto a otras especies estructurales, que se van manteniendo en el terreno a lo largo de todo el año”.
“Las flores y el color son algo más que mera decoración. Además de disfrutar de floraciones escalonadas a lo largo de estos meses, se generan espacios de biodiversidad en los que ‘trabajan’ los llamados insectos beneficiosos, que nos ayudan al control de plagas de manera natural y sostenible”, ha concluido.
Rudbeckias, gaillardas, impatiens y plantas como coleos, ipomeas, heucheras y carex están ya dando su color en 64 ubicaciones que van desde la Fuente de los Incrédulos al Parque de la Esperanza, la Plaza de los Sitios, Santa Engracia, la rotonda de Blas Infante, la Plaza de Europa, Camino de las Torres, Constitución, Ranillas, José Atarés, Roger de Tur, Glorieta del Sol, San Juan Bosco, Paseo María Agustín con Anselmo Clavé, el parque Tío Jorge o el Paseo de la Mina, además de en todos los barrios rurales.
Las instalaciones han sido realizadas con personal de las contratas de Parques y Jardines (FCC, Urbaser y Umbela) en sus respectivas zonas de trabajo, siempre bajo la dirección del servicio de Infraestructura Verde.
SELECCIÓN DE ESPECIES Y VARIEDADES
Una vez seleccionados los espacios se ha realizado un trabajo de selección de las especies, en la que se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
- Adaptabilidad climática: seleccionando especies de sol y sombra según ubicación.
- Valor ornamental: El uso de un número variado de especies nos permite conseguir floraciones, texturas y colores vistosos, huyendo del aspecto más monótono y homogéneo que nos ofrecen los parterres con planta de temporada.
- Durabilidad: En las mezclas ornamentales se utilizaran especies anuales, bienales, con 2-3 años de duración, mezcladas con vivaces de vida larga.
La altura de las plantas utilizadas varía entre 20 y 100 cm y, las herbáceas, especialmente, se mezclan para crear un impacto más natural y favorecer la biodiversidad.
Las soluciones florales vienen aplicándose en Zaragoza desde hace cinco años, con un beneficio evidente y exitoso. En el tiempo transcurrido, los técnicos municipales han podido observar la diferente evolución según espacios. La mayoría de las combinaciones contienen vivaces anuales en un porcentaje que varía entre un 40-50% y vivaces que duran varios años y que se han ido manteniendo y desarrollándose. Transcurridos estos años es necesaria la renovación total de las combinaciones, por envejecimiento de la vegetación.
Sin embargo, como las combinaciones se han ido proyectando a lo largo de diferentes años, se procede a hacer, en esta campaña (2024-25) una renovación parcial, de un 50%, que coincide con las más antiguas, manteniendo las combinaciones que están mejor para renovarlas en la próxima campaña (2025-26). Esto permite también hacer un buen trabajo de renovación del sustrato y de aireación del suelo, al mismo tiempo que aumenta la diversidad.
Se ha optado por crear cuatro combinaciones para zonas muy expuestas al sol y dos combinaciones de sombra. Todas ellas tienen un cromatismo específico, algunas en colores más cálidos y otras en colores más a fríos.
La disposición de la planta sigue siendo la misma y todas las combinaciones se componen de plantas más altas o estructurales, plantas de altura media y plantas tapizantes.
