Si siempre ha querido apadrinar una bruja, Jabaloyas es su sitio

Jabaloyas es un pequeño municipio de la Sierra de Albarracín a los pies del
emblemático monte Javalón (1692m), que conserva impertérrito alguna de sus edificaciones
medievales de gran valor patrimonial, entre las que destacan, entre otras, la Iglesia de la
Asunción o la “Casa de la Sirena”, que le otorgan hace muchos años la catalogación como Bien
de Interés Cultural. Además, en el entorno del pueblo, podemos encontrar numerosas
posibilidades de actividad turística en relación con la naturaleza, como la visita a sus
arrecifes coralinos fosilizados, el senderismo a pie o en BT, y desde fechas recientes el vuelo en
parapente o aladelta partiendo de la cima del Javalón, certificada como idónea por la
Federación Aragonesa de Deportes Aéreos.
En todo caso, Jabaloyas destaca y se enorgullece por ser considerado “EL PUEBLO DE LAS
BRUJAS”, calificativo que se le otorga desde antiguo por las distintas leyendas nacidas fruto
del aislamiento de la localidad y por ende de la obligada autosuficiencia de las vecinas
ancestrales en la elaboración de sus propios mejunjes sanadores y curativos. Denominación que
sin duda le otorga una singularidad y diferenciación que lo posiciona de manera privilegiada
para generar interés en los visitantes, que cada vez son más!.
El Ayuntamiento de Jabaloyas es incansable en la búsqueda de fórmulas creativas de llamada de
atención para la atracción turística que genere actividad económica y oportunidades de
desarrollo en la localidad, muy acuciada actualmente por el drama de la despoblación.
La iniciativa que le presentamos le ofrece la posibilidad de participar de esta arraigada leyenda
mediante el “Apadrinamiento de una Bruja”, figura alegórica hecha por un experto artesano
del metal turolense, en la que se grabará el nombre comercial de su empresa/entidad para
generarle visibilidad y difusión, y que será única en su diseño con una altura aproximada de
2m de altura (incluida peana). El elenco de “Brujas apadrinadas” se repartirá por distintos
enclaves del pueblo conformando una ruta visitable, que a modo de circuito lúdico, se
promocionará para generar un turismo familiar que haga de su búsqueda una aventura.
Esta fórmula es habitual y exitosa en otras localidades en relación con la búsqueda de huellas de dinosaurios, pinturas rupestres, u otros elementos fabulísticos, siempre cercanos al acervo cultural o patrimonial de cada municipio