Texto elaborado con a ayuda de Gemini, la Inteligencia Artificial de Google
La encrucijada de la España Vaciada: Cuando la urgencia renovable choca con el paisaje, la exportación de beneficios y la estricta protección ambiental.
El despliegue masivo de energías renovables en España, esencial para cumplir los objetivos climáticos europeos, está generando un intenso debate, especialmente en provincias como Teruel. Este territorio, marcado por la despoblación y una fuerte identidad paisajística, se ha convertido en un auténtico laboratorio de la transición energética. Los recientes acontecimientos judiciales y administrativos (en la última semana) ofrecen una imagen poliédrica del mismo fenómeno, revelando tres caminos contrapuestos y un denominador común: la profunda división social y el escepticismo sobre quién se lleva realmente los beneficios.
El Parque Eólico Teruel, Clúster Maestrazgo, ha superado recientemente dos importantes escollos judiciales. El proyecto, promovido por la firma danesa Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), ha recibido el aval legal ante la oposición que afecta al turismo de calidad y al paisaje.
El apoyo al proyecto viene directamente de la base: la asociación Viento Alto está formada por los propios Ayuntamientos impulsores, que ven en esta inversión (1.000 millones de euros de capital extranjero) una oportunidad histórica para revertir la despoblación. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) validó el proyecto al reconocer el «grave perjuicio para el interés público» que supondría suspender la inversión.
A pesar de la aprobación judicial, el Maestrazgo es un foco de importante contestación social. La división es notable entre quienes priorizan la inminente inyección económica (40 millones de euros en impuestos y 250 empleos directos) y quienes temen que la afección irreversible al paisaje no se compense con los beneficios locales.
2. El Matarraña: Victoria Ciudadana por la Inacción del Promotor
La trayectoria de los proyectos de la promotora Forestalia en el Matarraña ha tomado el camino opuesto. La celebración de Gent del Matarranya y la Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel por el archivo definitivo de seis expedientes eólicos se basa en una victoria administrativa: la inactividad del promotor y el incumplimiento de los hitos temporales.
Este archivo es un recordatorio de que los plazos legales son una herramienta poderosa de la ciudadanía contra proyectos que no tienen una gestión rigurosa o que son percibidos como especulativos. La movilización social logró poner en evidencia las carencias administrativas de la empresa, defendiendo el paisaje gracias a errores formales.
3. Andorra y Albalate: El Miteco Frena a Endesa por Riesgo Ambiental
El tercer eje de la transición en Teruel se sitúa en la zona de la antigua central térmica de carbón de Andorra, el nudo clave de la «transición justa». Aquí, el revés ha sido fulminante y ha llegado directamente desde la máxima instancia ambiental del Gobierno.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha emitido una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) desfavorable al proyecto del parque eólico San Jorge (75 MW), promovido por Endesa en los municipios de Andorra y Albalate del Arzobispo.
En una resolución de contundencia técnica poco habitual, el Miteco considera que los 13 aerogeneradores previstos pueden «provocar impactos negativos significativos» sobre especies de aves y murciélagos protegidas, como el milano real, y dañar la integridad de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de los desfiladeros del río Martín.
Aunque el ministerio sí da luz verde al sistema de almacenamiento de energía en baterías (BESS Mudéjar), la denegación del corazón del proyecto eólico pone en entredicho la viabilidad de la inversión. Si bien el parque San Jorge no forma parte del macroplán de 1.306 MW del nudo Mudéjar, los criterios de protección ambiental aplicados para tumbarlo ponen en cuestión la autorización de varias de las 14 plantas renovables que recoge dicho macroplán.
Análisis Experto: La Triada de Teruel y la Sombra del «Sacrificio Territorial»
La realidad de Teruel se define ahora por tres elementos clave que trascienden el debate local y se convierten en un conflicto nacional: la división social, la exportación de la energía y, ahora, el poder del veto ambiental.
El Veto Ambiental como Nuevo Actor
El caso de Endesa introduce un factor regulatorio que hasta ahora había quedado en un segundo plano: la protección estricta de la biodiversidad. Mientras que el Maestrazgo logró el aval judicial priorizando el «interés público» y la inversión, y el Matarraña venció por errores de gestión, la resolución del Miteco establece que, en Teruel, la protección del patrimonio natural es un límite infranqueable para el despliegue renovable.
División Social: El Dilema de la España Vaciada
En los tres escenarios, la población está notablemente dividida. El dilema es existencial: ¿se prioriza la oportunidad económica y el empleo (Maestrazgo), o se defiende el paisaje, el turismo y la biodiversidad (Matarraña y Andorra)? El concepto de «transición justa» es profundamente subjetivo y cada comarca está escribiendo su propia versión de ella.
El Factor Cataluña: Inconvenientes en Teruel, Beneficios en Otros Lados
El punto de mayor conflicto y fuente de la confusión ciudadana sigue siendo la sensación de «territorio de sacrificio». Los proyectos eólicos de gran escala en Teruel están diseñados, en su mayoría, para inyectar su vasta producción en el mix energético nacional con un destino claro: la exportación a grandes centros de consumo como Cataluña o el Levante.
- El Inconveniente (Teruel): Soportar el impacto visual, paisajístico y ambiental de las infraestructuras de generación y las líneas de evacuación.
- El Beneficio (Otros Lados): La energía a precio competitivo y los beneficios industriales asociados a su consumo.
La demanda de una planificación energética ordenada y justa por parte de las plataformas es, en esencia, una exigencia para que una parte de la energía se reserve para el desarrollo industrial de la propia provincia, garantizando que el beneficio territorial sea tan tangible como el sacrificio paisajístico.
En resumen, el caso de Teruel es el espejo de la transición energética en España: una necesidad urgente que debe equilibrar la inversión global, los objetivos climáticos y la defensa de la biodiversidad, con una gobernanza local que garantice una redistribución equitativa de los beneficios, no solo de los inconvenientes.
