La campaña ‘Los detectores salvan vidas’ ha sido presentada esta mañana en el Ayuntamiento de Zaragoza por parte de Luisa Broto, consejera de Derechos Sociales, Alberto Cubero, consejero de Servicios Públicos y Personal y Carlos Gracia, representante del equipo de dirección del Museo del Fuego y de los Bomberos. Se trata de una prueba piloto, impulsada por los Bomberos de Zaragoza como parte de su importante labor de prevención.
Dicha campaña consiste en impartir información e instalar detectores de humo en las viviendas de personas mayores de 70 años que vivan solas en la ciudad de Zaragoza. Todos los días laborables desde el 18 octubre, los bomberos realizarán charlas informativas de aproximadamente 15 minutos en el Museo del Fuego y de los Bomberos, en horario de 12 h a 13 h. Tras las charlas, se organizará el modo de concretar la colocación de estos detectores en sus casas.
Asimismo, tanto en los Centros de convivencia para personas mayores como en los Centros Municipales de Servicios Sociales se invitará a participar en las charlas informativas a las personas mayores de 70 años que vivan solas y reservarán un porcentaje de detectores para aquellas especialmente más necesitadas, apoyados por su historia social.
El contrato prevé la colocación, por parte de la empresa adjudicataria FIREX, de 591 detectores que se repartirán según orden de petición y hasta acabar existencias. El importe de la adjudicación es de 17.877 euros IVA incluido.
PROYECTOS DE PREVENCIÓN DE RIESGOS EN EL HOGAR PARA PERSONAS MAYORES
La Red de centros de convivencia para personas mayores del Ayuntamiento de Zaragoza cuenta también con un proyecto de prevención de riesgos en el hogar cuyo objetivo principal es promover actitudes y hábitos que mejoren las condiciones de seguridad en la vivienda. El hogar de las personas mayores es el lugar donde con mayor frecuencia sufren accidentes, sobre todo caídas, lo que puede producirles una limitación de su autonomía que les puede llevar a un aislamiento social. En una caída influyen dos tipos de factores: personales y externos.
Para ello, se han realizado charlas informativas y talleres prácticos, donde se les enseñan hábitos preventivos para evitar accidentes en el hogar y cómo deberían actuar ante un accidente doméstico. Las clases prácticas se enmarcan dentro de los talleres específicos (tai – chi, manualidades…) donde el monitor dedica un tiempo a explicar los riesgos y plantea mejoras que pueden realizar. Los mayores valoran como tienen en su casa las diferentes cuestiones y se les proponen mejoras. Al final se miden los cambios producidos. En las charlas realizadas en la Escuela de Bomberos han participado en dos años casi mil personas mayores, y casi otras 2000 participaron en los talleres prácticos.
Además, desde los centros municipales de servicios sociales comunitarios también se ha desarrollado un nuevo servicio sociosanitario en coordinación con Policía Local para la atención de emergencias que sufren las personas mayores en sus domicilios que ha incluido formación para evitar accidentes.
