La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha enviado a la ministra de Fomento, Ana Pastor, un dossier con la «media docena» de asuntos pendientes relacionados con las infraestructuras en Aragón, aunque es consciente de que la situación económica dificultará su ejecución.
Rudi ha asegurado que sus prioridades en cuanto a infraestructuras van a ser los desdoblamientos de la N-II y la N-232 en los tramos pendientes (Alfajarín-Fraga y Mallén-Figueruelas y El Burgo-Alcañiz), y que así lo va a pedir su Ejecutivo, a pesar de que «todo estará condicionado por las disponibilidades presupuestarias».
En el dossier que ha enviado a la ministra se incluyen otros proyectos pendientes, «los más urgentes» y aunque la presidenta se teme que «no va a haber mucho» dinero para ellos los va a seguir reclamando, entre otras cosas, porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «se comprometió con ello en el debate de investidura».
Además de los desdoblamientos, Rudi ha urgido la construcción de la A-40 (Teruel-Cuenca), la finalización de la autovía del Pirineo, la recuperación del proyecto del Canfranc y, sobre todo, que la Travesía Central del Pirineo (TCP) vuelva a estar en la red básica de transportes de la Unión Europea.
Sobre este proyecto en concreto, ha estimado que «lo imprescindible» es que esta infraestructura «vuelva a entrar» en la planificación europea considerada como prioritaria, después de que hace un par de meses fuera relegada a la red secundaria.
La presidenta estima un horizonte temporal del 2020 o 2025 para acometerla, pero insiste en que «seguirá dando la batalla», con la colaboración de otras autonomías interesadas en que la TCP salga adelante, como Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha o Andalucía.
