La Guardia Civil ha clausurado cinco nuevas farmacias en la provincia de Teruel, en Arcos de las Salinas, Mosqueruela, Villafranca del Campo, Alloza y Alcalá de la Selva. Y han sido detenidas cinco personas que están en los calabozos y que en las próximas horas pasarán a disposición judicial. Con estas nuevas farmacias clausuradas ya son diez oficinas en Aragón las que están siendo investigadas por presunta reventa de medicamentos.
En el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Teruel continúa decretado el secreto de sumario tras las nuevas detenciones. A lo largo de la mañana de este jueves ha declarado una trabajadora de una distribuidora de una farmaceútica de Granada que está imputada en el caso, aunque no ha trascendido su declaración. Debido a la falta de información, el Colegio Oficial de Farmaceúticos de Teruel está estudiando presentarse en la causa para conocer exactamente los cargos a los que se enfrentan los colegiados.
Mientras, se están organizando los turnos de guardias para abastecer a los municipios de la provincia que se han quedado sin farmacia, según ha explicado Mariano Jiménez, vicepresidente del colegio. Como se recordará, en la actualidad están en prisión, tras haber prestado declaración, los farmacéuticos de Cariñena y Aguilón, de la provincia de Zaragoza, y la titular de la farmacia de la localidad turolense de Palomar de Arroyos, la primera que se clausuró hace unos meses por presunta estafa al servicio aragonés de salud, falsificación de recetas y tráfico de medicamentos.
