Buenas noches ejulvinos
y pá todo el auditorio,
hoy es un día de fiesta
pues se cumple un centenario.
Fue un día de alegría,
día para recordar,
pues hace cien años
se acabó la oscuridad.
Las campanas de la Iglesia
no dejaron de repicar,
para anunciar al mundo
la noche se va a acabar.
Hay personas en la historia
que no debemos de olvidar,
todas las que hicieron posible
que llegara la electricidad.
Mozas y mozos del pueblo
tuvieron que irse a buscar
lugares más oscuros
para poder festejar.
Las farolas en las esquinas
comenzaron a relumbrar,
hoy las bombillas fundidas
también debemos cambiar.
Las bombillas a las casas
también fueron llegando,
candiles de aceite y carburo
despacio se fueron apagando.
Y nos despedimos de todos
de todos en general
diciendo alto y muy fuerte,
el centenario de la luz
se tendrá que conmemorar.