Las Naciones Unidas designaron el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente para destacar que la protección y la salud del medio ambiente es una cuestión esencial, que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico en todo el mundo.
Con motivo de dicha efeméride, el alumnado del aula de Villaspesa del CRA Turia contó, el pasado viernes 4, con la presencia de personal voluntario de Cruz Roja que les brindó la oportunidad de ampliar sus conocimientos y sensibilizarse sobre la importancia de cuidar nuestro planeta.
Los discentes pudieron disfrutar de una serie de actividades teórico-prácticas de concienciación y sensibilización en el cuidado del medio ambiente, inculcando una conducta responsable en la preservación y mejora del mismo.
Las actividades se desarrollaron en dos partes bien diferenciadas: la primera de ellas más teórica y la segunda de carácter más práctico.
Se dio inicio a la jornada con una charla explicativa mediante el uso de una presentación digital (diapositivas). La primera de las diapositivas, que mostraba un cronómetro titulado: «Cuenta atrás 2030» ilustrativo de la variación del clima de la Tierra a causa de la acción del ser humano, captó la atención del alumnado. Se introducía así la necesidad de frenar el avance desmesurado del cambio climático y el calentamiento global. A lo largo de toda la presentación se planteó al alumnado cuestiones, tales como: «¿Qué es el medio ambiente y cómo podemos protegerlo?», haciéndoles reflexionar acerca de las medidas de ahorro doméstico, la regla de las «3 Rs» (Reducir, Reusar y Reutilizar), la práctica diaria de una movilidad sostenible, la importancia de hacer un consumo responsable…
Los discentes se mostraron muy participativos, aportando ideas y planteando sus dudas e inquietudes acerca del modo en que ellos pueden contribuir con sus acciones a ralentizar el avance, en un futuro más que inminente, del deterioro del medio ambiente y calentamiento de nuestro planeta.
La segunda parte de la actividad, más centrada en aspectos prácticos, se desarrolló en el patio, al aire libre. Las monitoras repartieron al alumnado unas pegatinas imantadas que, ordenadamente, ellos fueron colocando sobre un panel que mostraba tres tipos de contenedores de reciclaje (verde, amarillo y azul). Según manifestaron: «El porcentaje de aciertos fue muy alto, indicando que los niños son buenos conocedores del lugar más apropiado en el que depositar sus residuos».
Otra de las actividades que se realizaron consistió en el cultivo de una planta. Cada niño tuvo la oportunidad de plantar la suya, usando mayoritariamente materiales reciclados: un envase de yogur y una media rota. Dentro del envase de yogur introdujeron la media, depositaron un poco de tierra en el fondo y, a continuación, pusieron semillas. Posteriormente, cubrieron la media con más tierra, la ataron y decoraron. Obteniendo de este modo la graciosa cabeza de un muñeco que se llevaron a casa con el compromiso de regarlo diariamente para que así le «creciese el pelo».
Finalmente, las monitoras obsequiaron al alumnado con unas semillas y un marcapáginas. Les agradecieron también su interés y participación activa en el desarrollo de todas las actividades planteadas. Del mismo modo, los discentes y el profesorado agradecieron su visita al colegio, manifestando haber disfrutado con todas las actividades e invitándolas a volver en otra ocasión al Centro.
