En el ordenador de su casa se encontraron más de ocho mil archivos de pornografía infantil, y más de setecientos alojados en dos pendrives y en un disco duro, uno de los cuales había extraviado en un bar. En su sentencia el juez le prohíbe también acudir o asistir a lugares frecuentados por menores durante dos años.
En la sentencia de conformidad, dictada por el magistrado del juzgado de Instrucción nº 3 de Teruel, se condena a F.C.A. a cuatro meses de prisión por un delito de tenencia de pornografía infantil. El acusado, después de prestar declaración, aceptó conformarse con la pena pedida por el Ministerio Fiscal y manifestó su decisión de no recurrir el fallo judicial, por lo que la resolución es firme.
Considera el juzgador como hechos probados que F.C.A. descargaba los archivos de páginas web internacionales sin apoyo de software de intercambio de archivos. Esto es, que no compartió archivos, ni traficó, ni distribuyó archivos y por eso le condena por tenencia de material pornográfico infantil.
Valora el juez en su sentencia que esta es la primera vez que el hombre ha cometido un delito, que la pena que se le impone no es superior a los dos años y que no hay responsabilidades civiles que satisfacer y por eso acuerda una suspensión condicionada de la pena, suspensión a la que no se opuso el Ministerio Fiscal (artículo 80.2 del Código Penal).
Esta suspensión queda condicionada, por tanto, a que no cometa nuevos delitos durante los próximos dos años; a que participe en programas formativos o educativos relacionados con conductas sexuales en las que estuvieren implicados menores de edad (art. 83.1.6ª L.E.Cr.) y le prohíbe, durante dos años, acudir o asistir a lugares frecuentados por menores, es decir, a colegios, guarderías, ludotecas, parques y jardines (art. 83.1.4ª L.E.Cr.).
Los hechos fueron puestos en conocimiento del juez después de que el
hombre perdiera uno de los pendrives en un bar Orihuela del Tremedal
(Teruel). Tras ordenar la entrada y registro, se encontraron en el ordenador
de su domicilio 8.851 fotogramas de pornografía infantil, algunos de
menores de 13 años; y 620 dibujos animados relacionados con menores en
situaciones humillantes y degradantes.
