Llevamos años escuchando una explicación para los diferenciales de la prima de riesgo entre los distintos países, que más ó menos viene a decir que la inseguridad de cobro hace que los inversores exijan una rentabilidad mayor que justifique el riesgo.
No se trata de poner en duda esta explicación, nada más lejos de mi intención como simple ciudadano que llevar la contraria a los expertos economistas que se encargan a diario de radiografiar nuestra situación, pero lo cierto es que, al parecer y por lo escuchado esta mañana en los medios de comunicación, existen ciertos excesos y/ó abusos por parte de estos inversores. Si este diferencial se justifica en base a un equilibrio entre rentabilidad y riesgo, un inversor debería estar igual de motivado para invertir en bonos alemanes con una rentabilidad reducida que en bonos españoles ó de otros países con una rentabilidad incrementada en la prima de riesgo, pero al parecer este inversor, apoyado en una situación de necesidad extraordinaria de estos últimos más afectados por la crisis, ha conseguido un diferencial superior que conlleva que invertir en bonos alemanes no tenga ningún interés. ¿Se deberá esta situación a que en el fondo, ninguno de ellos duda de que finalmente cobrará lo invertido, por lo que el supuesto riesgo no es tal, ó porque el resultado de nuestras elecciones ha mejorado la seguridad sin necesidad de reducir la rentabilidad? Esto último no tendría mucho sentido porque la situación no solo afecta a España.
No lo sé y seguro que los expertos ya están trabajando para encontrar una solución, sobretodo porque el principal afectado es el gigante alemán, pero lo que está claro, al menos para mí, es que una vez más, a pesar de lo que afirmen los defensores furibundos de la libertad de la economía de mercado, es necesaria una intervención y control mínimos del sistema para garantizar que esta libertad no conlleva ningún abuso.
