En Madrid, defiende que Aragón es una Comunidad solvente, rigurosa y amplia de miras que pretende impulsar un proyecto de interés estratégico nacional
La Presidenta recuerda además que Aragón y Aquitania trabajan conjuntamente para la reapertura en 2020 de otro eje ferroviario, la línea internacional de Canfranc
En el horizonte, el año 2020. Es la fecha en la que la Travesía Central del Pirineo (TCP) podría empezar a construirse. Una vez que el proyecto, de nuevo, ha quedado reconocido como obra esencial en Europa y ahora que la Unión lo trata e identifica como necesario, comienzan a darse los pasos previos al arranque de su desarrollo. España y Francia podrán recibir fondos para los estudios de trazado, geotecnia, cartografía, viabilidad o evaluación. Y lo harán por la introducción de la “enmienda 18” en el reglamento “Conectar Europa”. El punto podrá permitir que los proyectos considerados prioritarios en la anterior RTE-T sigan recibiendo financiación para la realización de estudios. Las enmiendas aprobadas permiten que este proyecto, junto a una lista muy limitada, pueda obtener financiación al 50% para la continuación de los estudios necesarios hasta llegar a la fase de proyecto y obra.
El proyecto de la Travesía ha sido el tema central del “Desayuno Autonómico de ABC” que hoy ha protagonizado, en Madrid, la Presidenta de Aragón y al que han asistido más de 150 representantes de la vida política, empresarial y social tanto de la Comunidad como del resto de la geografía española, entre ellos la Ministra de Fomento, Ana Pastor. Bajo el título «Travesía Central de los Pirineos: un corredor ferroviario para el futuro de Europa», Luisa Fernanda Rudi ha repasado las características, los objetivos y los beneficios de este proyecto.
Rudi ha recordado que “ya está dado el visto bueno para incrementar los 10 millones disponibles actualmente para estudios, 5 de la Comisión Europea, 2,5 de España y 2,5 de Francia, hasta unos 300 millones de euros de fondos europeos entre 2014 y 2020”.
La TCP convivirá además con otros corredores ferroviarios entre España y Europa, como la línea internacional de Canfranc, cuya estación acaba de adquirir el Gobierno de Aragón, y para cuya reapertura en el horizonte del año 2020 trabaja el Ejecutivo autonómico de manera coordinada con el Ministerio de Fomento, el Gobierno Francés y las autoridades de Aquitania.
La Presidenta ha defendido el Eje Sines / Algeciras – Madrid – París, a través del Pirineo Central Aragonés, el llamado Eje 16 de la Red Transeuropea de Transporte, como un proyecto para que Aragón y el conjunto de España puedan aprovechar al máximo su posición geográfica. “No es sólo un proyecto para Aragón, es un Proyecto de Estado que puede transformar la competitividad en España, Francia y Portugal”, ha dicho.
Y es que Aragón constituye hoy una Comunidad definida por la seriedad, la estabilidad política, la seguridad jurídica, el compromiso con la transparencia, con el rigor y con la ejemplaridad pública. “Somos exactamente lo opuesto a lo que algunos políticos de cortas miras pretenden que sean las Comunidades que tienen a su cargo y por ello este plan es un proyecto de interés estratégico nacional”.
CIFRAS Y PECULIARIDADES
La construcción y puesta en funcionamiento de una infraestructura de transporte por ferrocarril como el Eje 16 y la Travesía Central de los Pirineos conlleva importantes impactos sobre la economía de un país.
En la Península Ibérica y sus puertos hay demanda suficiente para transportar más de 30 millones de toneladas por este eje ferroviario.
El Eje 16 y la Travesía Central de los Pirineos pueden llegar a captar más de 34 millones de toneladas. Lo que representa 10 veces más del volumen total que se está transportando actualmente por los dos ejes ferroviarios en funcionamiento (Irún y Port Bou).
Afecta a más del 80% de la población española y de su PIB.
Elimina el cuello de botella del Pirineo y evita las restricciones de tráfico viario de los extremos litorales.
Facilita el uso del container y es inter-operable, lo que permite el transporte combinado con prestaciones modernas, adaptadas a las necesidades actuales.
Supone una importante reducción de costes. Por ejemplo, General Motors, en Aragón, conseguiría una reducción de casi el 20% con respecto al coste actual.
Es un eje que busca la centralidad, con la finalidad de unir zonas industriales con puertos. Por eso beneficia no sólo a las zonas que atraviesa, sino al conjunto del sudoeste europeo.
En definitiva, aumenta la capacidad de transporte, disminuye los plazos y reduce las manipulaciones de trenes y mercancías.
TRAYECTORIA DE LA TCP
Fue en el año 2003, con el gobierno de José María Aznar y con Loyola de Palacio como Vicepresidenta de la Comisión Europea, cuando este Eje se introdujo como prioritario en el mapa de la Red Trans-europea de Transportes. Hace algo más de un año la nueva propuesta de la Comisión Europea, con el visto bueno del anterior Gobierno socialista, dejó la Travesía Central de los Pirineos fuera de la Red Básica de proyectos verdaderamente prioritarios y cuya finalización debería realizarse como tarde en 2030.
Ahora, esa infraestructura ha vuelto a formar parte de las prioridades europeas, después de la votación del Parlamento Europeo del pasado 18 de diciembre. Aragón, conjuntamente con Extremadura, Castilla la Mancha y Madrid, firmó un protocolo de colaboración el pasado mes de junio en Badajoz para impulsar el proyecto.
Además, desde su llegada al Ministerio de Fomento, Ana Pastor se ha sumado a esta labor y los eurodiputados del Partido Popular han trabajado, esta vez unidos con los del Grupo Socialista, presentando una serie de enmiendas con cuya aprobación la Travesía Central del Pirineo ha recuperado posiciones.
Todavía queda camino por recorrer para obtener su inclusión de nuevo en la Red Básica Europea, pero a pesar de ello las enmiendas aprobadas, el pasado 18 de diciembre, permitieron que la TCP obtenga financiación al 50% para la continuación de los estudios necesarios hasta llegar a la fase de proyecto y obra.
El siguiente paso tendrá lugar en el Pleno del Parlamento y en el Consejo Europeos, y es fundamental el impulso de los agentes socioeconómicos, de las empresas, del sector privado.
Aragón constituye hoy una Comunidad definida por la seriedad, la estabilidad política, la seguridad jurídica, el compromiso con la transparencia, con el rigor y con la ejemplaridad pública. Somos exactamente lo opuesto a lo que algunos políticos de cortas miras pretenden que sean las Comunidades que tienen a su cargo y por ello este proyecto es un proyecto de interés estratégico nacional.
